Los atracones de comida son episodios en los que se consume una cantidad excesiva de alimentos en poco tiempo, seguido de un fuerte sentimiento de culpa o arrepentimiento. Aunque muchas personas los experimentan en algún momento, cuando se vuelven frecuentes pueden ser un indicio de un trastorno alimentario o un problema de gestión emocional. Desde Espai Nun, psicólogas en Terrassa especialistas en hábitos alimenticios, vamos a hablarte con todo detalle sobre por qué suceden y qué se puede hacer para reducir estos episodios y el sentimiento de culpa que los acompaña.
¿Qué es un atracón de comida?
Un atracón de comida implica la ingesta descontrolada de alimentos en grandes cantidades en un corto periodo de tiempo. Durante estos episodios, la persona siente que no puede detenerse, incluso cuando ya no tiene hambre o se siente físicamente incómoda.
Diferencia entre comer en exceso y un atracón
Comer en exceso ocurre de vez en cuando y puede estar relacionado con celebraciones o momentos puntuales. Sin embargo, un atracón es un comportamiento repetido, caracterizado por una falta total de control sobre la cantidad de comida consumida y emociones negativas posteriores, como vergüenza o culpa.
¿Por qué sentimos culpa después de un atracón?
Después de un atracón, es común experimentar sentimientos de culpa o vergüenza, ya que la persona se siente mal por haber comido en exceso y haber perdido el control. Esto puede estar vinculado a la percepción negativa sobre el cuerpo o la relación emocional que se tiene con la comida. Además, la cultura de la dieta y la presión social generan la idea de que ciertos alimentos son «prohibidos» o «malos», lo que aumenta la culpa tras su consumo.
Relación entre la comida y las emociones
La comida se convierte en un escape emocional para muchas personas. Los atracones son una forma de lidiar con emociones difíciles, como la ansiedad, el estrés o la tristeza. Comer en exceso proporciona una sensación momentánea de alivio, pero luego aparece la culpa.
Círculo vicioso: Comer por estrés y sentirse culpable
El estrés desencadena el impulso de comer, y tras el atracón, el sentimiento de culpa genera aún más estrés. Esto crea un ciclo vicioso, donde las emociones negativas son suprimidas con la comida, solo para empeorar después.
Causas de los atracones de comida
Ansiedad o estrés emocional
La ansiedad y el estrés son causas comunes de los atracones. Las personas buscan en la comida un alivio rápido para gestionar emociones difíciles, lo que genera una respuesta compulsiva.
Dietas restrictivas o reglas alimenticias estrictas
Las dietas extremadamente restrictivas o los regímenes alimenticios severos pueden desencadenar atracones. Cuando una persona se prohíbe ciertos alimentos, el deseo de consumirlos se intensifica, lo que lleva a una pérdida de control.
Baja autoestima y falta de autocontrol
La baja autoestima está directamente relacionada con los atracones. Sentirse mal consigo mismo o percibir una falta de control en la vida puede llevar a buscar consuelo en la comida, lo que perpetúa el ciclo de auto-reproche.
Problemas emocionales no resueltos
Los atracones a menudo son una forma de evitar enfrentar problemas emocionales no resueltos. En lugar de abordar las emociones difíciles, la comida se convierte en un refugio para no lidiar con ellas.
Influencia de la cultura de la dieta y la presión social
Vivimos en una sociedad donde la cultura de la dieta y la presión por cumplir ciertos estándares estéticos pueden generar una relación poco saludable con la comida. Los mensajes contradictorios sobre qué se debe o no comer crean una relación de culpa con la comida.
¿Cómo puedes gestionar los atracones de comida y reducir la culpa?
Identifica las emociones detrás del atracón
El primer paso para gestionar los atracones es reconocer las emociones que los desencadenan. ¿Te sientes ansioso, triste o estresado antes de un atracón? Ser consciente de estas emociones te permite trabajar en ellas de forma más efectiva.
Practica la alimentación consciente (mindful eating)
La alimentación consciente te anima a prestar atención a cómo y por qué comes, evitando distracciones. Al comer de manera consciente, puedes reducir los atracones y ser más consciente de tus niveles de hambre y saciedad.
Permítete comer sin restricciones severas
Dejar de lado las dietas extremadamente restrictivas y permitirte comer de todo en moderación puede reducir el deseo de atracones. Cuando te prohíbes ciertos alimentos, el deseo de consumirlos se intensifica y conduce a comportamientos impulsivos.
Realiza actividad física regular para mejorar tu bienestar
El ejercicio no solo es bueno para tu cuerpo, sino también para tu bienestar emocional. La actividad física regular ayuda a reducir el estrés, mejora el estado de ánimo y proporciona una salida saludable para liberar tensiones acumuladas.
Considera la ayuda de un profesional de la salud mental
Si los atracones son frecuentes y te resultan difíciles de controlar, es importante buscar la ayuda de un psicólogo o terapeuta. Un profesional puede ayudarte a trabajar en la gestión de emociones y la relación con la comida de una manera saludable.
Consejos para evitar los atracones y el sentimiento de culpa
Mantén una alimentación equilibrada y regular
Tener un patrón de comidas regular y equilibrado puede evitar que llegues a situaciones de hambre extrema, lo que reduce el riesgo de atracones. Comer cada 3-4 horas estabiliza los niveles de azúcar en sangre y mantiene tu energía.
Desarrolla una relación positiva con la comida
Cambia tu percepción sobre la comida. En lugar de verla como una forma de escapar o como un enemigo, concédele el valor que tiene como una fuente de nutrición y bienestar para tu cuerpo.
Trabaja en la aceptación personal y la compasión
Practica la autocompasión después de un atracón. En lugar de castigarte o sentirte mal contigo mismo, acepta lo sucedido como un paso más en tu camino hacia una mejor relación con la comida.
Aprende a controlar el estrés sin recurrir a la comida
Buscar alternativas para gestionar el estrés, como la meditación, el ejercicio físico o hablar con alguien de confianza, puede ayudarte a romper el ciclo de recurrir a la comida como única vía de alivio.
¿Cuándo buscar ayuda profesional?
Si sientes que los atracones están afectando tu calidad de vida o si el sentimiento de culpa es demasiado constante o abrumador, es fundamental buscar ayuda profesional. Un psicólogo o un nutricionista especializado en trastornos alimentarios puede guiarte hacia una relación más saludable con la comida. Además, si los atracones van acompañados de otros problemas emocionales como la ansiedad o la depresión, es crucial abordar estas situaciones con un especialista que pueda ofrecerte el tratamiento adecuado.
Los atracones de comida y el sentimiento de culpa que los sigue pueden convertirse en un ciclo difícil de romper. Sin embargo, con las herramientas adecuadas, como la alimentación consciente, el ejercicio regular y el apoyo de un profesional, es posible superar estos comportamientos y mejorar tu bienestar emocional y físico.